Hoy me he despertado con una sonrisa en la cara

Hoy me he despertado con una sonrisa en la cara. 

Creo que he tenido un sueño bonito, aunque no consigo recordarlo.

Quizás haya soñado con algún trocito de mi infancia.

Quizás haya soñado con papá. Cuando salía de la consulta del dentista asustada, y él me cogía de la mano para consolarme, y me llevaba a comprar una muñequita Tarta de fresa.

Quizás en vez de haber soñado con papá, haya soñado con las excursiones que hacía con mis abuelos cuando era bien pequeñita. Comíamos en un bar de carretera pegado al río y luego, mi abuelo se “remangaba” los pantalones y la camisa, se metía en el río y me enseñaba a coger peces con las manos.A la vuelta, la abuela se descolgaba por la ladera de la montaña para coger manzanilla fresca.

Quizás haya soñado con mi adolescencia, el primer beso, ese que te hace estremecerte, y al pensar en él después de tantos años, te hace estremecer de nuevo. 

Puede que haya soñado con mi sobrino, con verle correr frente a mi, con los brazos abiertos llamándome tía Maía.

Quizás haya soñado con un café con amigas, o con una tarde de compras divertidas con mamá.

Quizás haya soñado con cuando te conocí, y descubrí que eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.

No sé cuál ha sido el motivo, pero hoy, me he levantado con una sonrisa en la cara, que me acompañará todo el día, y me hará soportar, en lo que se ha convertido estos días en el tema principal, esa pobre chica, que tirada en una fría cama de hospital, aislada de su familia, quizás como yo hoy tenga una sonrisa en la cara a pesar de su dolor y tremenda soledad.

Fotografías: Unsplash